viernes, 1 de julio de 2011

Truco y política

El deporte nacional de los argentinos es el Pato. La pasión, es el fútbol. Pero si hay un juego en el que los argentinos nos identificamos, es el truco.
Al margen de polémicas por su origen y las influencias de otros juegos de naipes que llegaron en las valijas de los abuelos inmigrantes, en el truco se valoran la picardía, la destreza, la estrategia, el azar. Y la mentira.
El más mentiroso puede ganar, aunque no tenga las mejores cartas. Y viceversa.
Los que miran de afuera, los "de palo", celebran la destreza y la audacia del jugador que "echa la falta con dos negras" o retruca y corre con la vaina al asustado rival, con un cuatro de copas.
En la política y no es de ahora, también se aplican las reglas del truco.
En Quines estamos convocados para votar el 14 de agosto.
A partir de allí comienza a jugarse el truco. Nos muestran una carta, pero se guardan la ganadora.
El juego del truco es apasionante, pero convengamos que juegan cuatro, seis cuando mucho, y los demás somos "de palo".
Pero eso depende de nosotros exclusivamente.
Por eso hoy les voy a hablar desde acá con mucho respeto (y espero que asi se entienda) a 7 personas, a Paco, Peteco, Fernando, Julio, Raúl, Mario y a Roberto.
Uno de ustedes va a ser el encargado de conducir los destinos de nuestro pueblo a partir de diciembre.
Ojalá me estén leyendo.
Quiero que sepan que aunque me duela debo aceptar que muchas veces nos hemos acostumbrado a votar con el método de la kermese, donde todo parece bueno y barato.
Por eso quiero que no le vendan a la gente espejitos de colores ¿Si? Estoy seguro de que los 7 están trabajando duro para llegar a ser Intendente, el cargo más importante para cualquier quinense que ame a al pueblo que lo vio nacer. Confío en que con propuestas serias y en serio también se puede hacer campañas.
No hay peor cosa para una comunidad que la anorexia de ideas de quienes son candidatos. Por eso espero propuestas útiles y factibles. No espejitos de colores, no ilusiones inalcanzables.
Confío en que ya le habrán preguntado a los habitantes de nuestro pueblo qué cosas esperan de ustedes. Qué cosas no son de su agrado o parecer. Qué cosas creen que ustedes deberían hacer... o no hacer.
Confío en que ya habrán consultado con la gente Qué cosas creen que les faltan, que los perjudican, que los limitan o dañan. Y también qué cosas ven de ustedes de positivo, de valor, en vuestras ideas y que deberían potenciar. Si están haciendo eso es bárbaro. Y si no... No se olviden que el pueblo es sabio en cuanto a sus propias necesidades.
A la gente no le gustan los oportunistas. Esos que recuerdan que existen las necesidades de la gente meses antes de las elecciones. Esos que no están presentes en los reclamos e inquietudes de la comunidad, en instituciones, en festivales benéficos.
Ausentes, ausentes en una sociedad a la que luego ruegan un voto.
El mensaje va para los 7. Sin distinción. Y uno les habla porque pretende que cualquiera que tenga el tremendo privilegio de ser elegido sepa que la gente no es el medio para acceder a un cargo político, sino que siempre, siempre, el fin es la gente. ¿si?


Sepan ustedes que están ante una oportunidad histórica. Pero el fin nunca justifica los medios. Y no me vengan con que la política es el arte de lo imposible.

Tenemos los libros de historia llenos como país de candidatos a los que lo único que le interesaba era el poder y no la gente.

Confío en que ustedes le tengan más amor a Quines que al poder.


Uno de ustedes será el Futuro y el Futuro dependerá de lo que uno de ustedes lleguem a hacer.

Vuestros proyectos, acciones y logros determinarán el curso de los próximos años para nuestro Pueblo. Nada más y nada menos.

Sabemos que Quines es un hermoso sueño que en doscientos años muchos han soñado, pero que muy pocos han sido capaces de transformar en viva realidad.

Amigos peteco Alvarez, Julio Gomez, Fernando Tarazi, Paco Macias, Raúl Lima, Mario Ibañez y Roberto Chacón: más allá de sus grandes diferencias, los siete tienen algo en común. La responsabilidad de entregar lo mejor de ustedes mismos para proyectar el Quines del mañana, más allá de sus intereses personales.

Porque más allá de vuestras naturales diferencias, de vuestras experiencias personales, de vuestras propias metas y desafíos, de vuestros problemas y necesidades, deben ser conscientes de que  Quines es superior a cada uno de ustedes y deberían estar dispuestos a entregar su máximo esfuerzo por esta causa de aquí en más.

Por eso, a los siete precandidatos a Intendente de Quines, a días de la hora cumbre, con respeto, yo les exijo que ninguno nos venda espejitos de oro, ni ilusiones faraónicas. Simplemente haganse cargo de su propio compromiso y convicción (que no es poco) y si verdaderamente desean que Quines logre ser el sueño que todos soñamos, yo los insto a trabajar día a día (en serio) para que así sea.
Ahora... Pero fundamentalmente, y más allá de resultados circunstanciales, después de las elecciones.

Para finalizar, apelo a la sinceridad y a la mesura.

Porque a diferencia de una partida de truco, los quinenses no vamos a valorar la picardía, la destreza, la estrategia, el azar. Y la mentira.
Quines no se merece que en estas elecciones pase como en el truco donde el más mentiroso pueda ganar, aunque no tenga las mejores cartas.