miércoles, 20 de julio de 2011

Esto también pasará


Cuando termine la anestesia ¿Habrá terminado la operación o recién comenzará la cirugía?
Hay sensación de inercia, de sala de espera o de tierra devastada esperando la ayuda humanitaria o el milagro político.
Lo mal que está Quines es el producto derivado de un grupo (identificable e identificado) llamado a conducir los destinos del pueblo para su provecho personal.
Para generar conciencia social está bien decir que somos todos responsables.
Pero ese flagelo colectivo no reparará el daño. Debemos empezar a vigilarnos de a uno y también a creernos de a uno.
Cómo los lazos de confianza se han roto masivamente debemos empezar a atar los nudos paso a paso.
La etapa más difícil de la crisis ya pasó. Con amor al pueblo, esta es una idea que se va a ir afirmando.
El boxeador besando el piso derrotado escucha en boca de su asistente “Arriba campeón, lo peor de la pelea ya pasó”.
La monja que abre las puertas de una Iglesia todavía en pie dentro de un pueblo bombardeado y repleto de muertos le dice a los que se salvaron de milagro: “Salgan, lo peor de la guerra ya pasó”.
Hay mil maneras de mostrar el pueblo que todavía puede, que aún resiste. Al boxeador noqueado y al asistente dando fuerzas, a la monja imbatible y a los salvados por milagro. A los que todavía no se dieron cuenta que se puede construir de a pequeños ladrillos.
Tal vez no surgirá en diciembre mismo el cambio rotundo. Es cuestión de tiempo artesanal, de confianza tejida mano a mano. Es la única manera de justificar la anestesia o de soñar con la tensión del parto de un nuevo Quines.
Igualmente, lo peor de la crisis recién pasará cuando los peores dejen de gobernar.